Abro cajones, estrecho prendas, huelo tu ropa y me siento más cerca... todo lo hago buscando tu olor, que por ir en mi contra amenaza con desvanecerse por completo, porque ya hace un tiempo que empezó a abandonarnos... y en un intento de retarle uso tus perfumes, pulso el vaporizador para sentirte aquí, pero solo consigo oler a añoranza... porque cuanto más tiempo pasa, más conocido para mi es ese olor, cuanto más tiempo pasa, más huelo a nostalgia, y menos me queda del verdadero olor a ti.
Tú siempre sonreías, me dabas tu energía y me abrazabas, me estrechabas contra tu pecho y me consolabas cuando lo necesitaba... ahora las alegrías y las penas las debo compartir contigo de otra manera, porque aunque ya no me contestes ni escuche tu consejo, sigues a mi lado desde el día en que nací. Soy parte de ti, no lo puedo negar... he heredado parte de tu carácter y tu saber escuchar, soy amiga de mis amigos y me entrego sin pedir nada más, soy como tú, sueño como tú y veo a través de tus ojos que me enseñaron a mirar la vida... No lloro porque no tenga lágrimas, sino porque me enseñaste a ser fuerte, pero en mi soledad me derrumbo simplemente porque las lágrimas que ahora deje escapar no tendrán tu hombro para caer, sólo tendré un vacío en el que suspirar, echarte de menos y buscar tu olor, manteniendo la esperanza de que me traiga recuerdos de aquellos tiempos en los que te podía abrazar sin sentir el frío de un marco de fotos...
Dos años hacen hoy... y todavía no me acostumbro a estar sin ti!
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